En el capítulo introductorio se plantean los tres problemas básicos del sistema sanitario en atención primaria: desprofesionalización, complejo de inferioridad y bajo liderazgo en los equipos.
La desprofesionalización es el resultado de que “Los profesionales asalariados se ven tentados por lo peor de la burocracia, en el sentido de cumplimiento estricto de los deberes mínimos, y el “esto no me toca”. Muchos equipos de atención primaria no son tales, sino puras plantillas sin objetivos comunes que busquen el beneficio del paciente.” Esta desprofesionalización es también llamada funcionarización y conduce a la instalación de la “cultura de la queja”.
En cuanto al complejo de inferioridad, el médico de atención primaria a terminado aceptando que los especialistas tienen una posición de privilegio por estar trabajando en un hospital. En nuestro medio, cabe agregar que el primer nivel de atención es visto como el lugar al que se llega a modo de castigo y es además considerado como el lugar por el cual muchos médicos ingresan al sistema(sean o no médicos de familia).
A modo de resumen de lo que trata el libro transcribo este párrafo: “Hay que convencerse de que la solución depende en mucho de nuestra decisión. No son los pacientes (uso innecesario y excesivo de bienes sanitarios, sobre todo del tiempo, con sobrecarga de la demanda), no son los especialistas (pruebas, citas y recitas excesivas, prescripción inducida), no son los gestores (ignoran la vida en las “trincheras”, cargan el sistema con más y más burocracia), no son los políticos (buscan el voto, piensan a corto plazo, son populistas), ni la sociedad (expectante y exigente, manipulada para pedir juventud eterna, medicalizada hasta enfermar, adoradora de tecnologías y medicamentos milagrosos), ni los medios (con sus noticias impactantes, su poco rigor). No se trata de “centrifugar” culpas, sino de buscar soluciones. Al final somos nosotros, los profesionales, los que debemos y podemos transformar la situación.”
Los autores del libro hacen mención de los problemas en atención primaria de países como España, Portugal y Brasil, pues yo les digo que son muy parecidos a los que se presentan en Argentina. Además yo agregaría la dicotomía en la que trabajan los médicos en nuestro país lo que resulta en la terrible imagen que generan colegas que se consideran defensores de la Salud Pública por la mañana y por la tarde practican medicina privada con intereses diametralmente opuestos.
http://www.upf.edu/catedragrunenthalsemg/_pdf/La_renovacioxn_de_la_AP.pdf.pdf
Querido amigo: No se puede servir a dos amos porque en algún momento, uno de reclama la exclusividad o sucede que uno se confunde de traje, se pone el de privado por la mañana y todo se desbarranca. Pienso eso desde siempre, de hecho tengo la dedicación exclusiva en salud pública y mi pasaje por la práctica privada no fue la mar de exitoso que digamos. Independientemente de ello, sí estoy de acuerdo en que la variable del cambio somos los profesionales. Eso sí, siempre que nos convenga el cambio. Por muchos blog como este vaya mi abrazo y mi apoyo incondicional
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