Hasta ahora los esfuerzos educativos no han logrado que la MBE se realice o se utilice en la práctica clínica diaria, es decir, que se convierta en una verdadera Práctica Basada en la Evidencia (PBE). Mientras tanto está en debate la “E” de la MBE, es decir buscando evidencia.
En un artículo que se publicó en el BMJ Open sus autores realizan una revisión sistemática de la literatura con el fin de resumir cuales son la barreras y las soluciones propuestas de infraestructura y organizativas para promover la práctica basada en la evidencia (PBE).
La revisión incluyó 31 estudios con más de 10000 encuestados de 17 países entre los que se encuentran médicos y enfermeras.
Entre los resultados encontraron que la mayoría de los médicos y enfermeras consideran que su conocimiento de la PBE es insuficiente, una media del 70% de los encuestados consideran sus habilidades como insuficientes e igual ocurrió con su formación en estos temas. La accesibilidad a PubMed fue alta (al menos el 88%), ya sea en casa o en el trabajo. Sin embargo, la toma de decisiones clínicas se basa en libros de texto y consulta a colegas en lugar de buscar bases de datos electrónicas.
Cuando se consultó sobre el conocimiento que tenían los encuestados sobre las fuentes de evidencia (solo 8 estudios abordaron esta cuestión) alrededor de una cuarta parte de los médicos que respondieron utilizan la Biblioteca Cochrane (mediana 25%), mientras que el 39% de ellos no tenían conocimiento de esta base de datos. La revista Evidence-Based Medicine era utilizada por un 14%, pero desconocida en el 34% de los médicos.Las guías de la National Guideline Clearinghouse es usada por el 8% y desconocida en el 48%, el ACP Journal Club es utilizada por un 3%, pero desconocida en el 68% y el TRIP Database es utilizada por un 15% y desconocida en el 71%.
Cuando se preguntó sobre las barreras para la PBE las más mencionadas fueron:
- La falta de tiempo para leer e implementar las pruebas.
- La falta de instalaciones o recursos.
- La falta de personal con experiencia en PBE.
- Falta de formación en PBE.
- La PBE está insuficientemente apoyada por el personal y por los directivos.
- Las pruebas no está disponible fácilmente.
- Desconocimiento en investigación.
- La evidencia no es generalizable o aplicable a la realidad de nuestro medio.
Más de 20 años después de su introducción, el paradigma de la MBE ha sido adoptado por profesionales de la salud como un importante medio para mejorar la calidad de la atención de los pacientes, pero su aplicación sigue siendo deficiente. Ya es hora de pasar de la Medicina Basada en Evidencias a la Práctica Basada en Evidencias.
Link:
http://bmjopen.bmj.com/content/3/1/e001881.long
http://bmjopen.bmj.com/content/3/1/e001881.long
http://bmjopen.bmj.com/content/3/1/e001881.long
Muy buen aporte y excelente tu comentario en el Tuve oportunidad de leer el artículo y me llamaron la atención España, Francia y Chile que pensé estaban más metidos en el tema. En cuanto a las soluciones, hay mucho escrito, mucho hecho, pero la sensación de un avance lento (si es que hay avance) sigue en el ambiente. Surge la pregunta: ¿A quién le conviene tomar la responsabilidad de practicar en función a la mejor evidencia posible? Interesante cuestión creo, en este tiempo en el que todavía creemos que el mejor médico es el que hace lo que puede y no lo que debe y que se es más médico mientras más se prescribe y mientras más se estudia al paciente.
ResponderEliminarUn abrazo