El mundo, para el europeo, es un cosmos, en el que cada cual íntimamente corresponde a la función que ejerce; para el argentino, es un caos. El europeo y el americano del Norte juzgan que ha de ser bueno un libro que ha merecido un premio cualquiera, el argentino admite la posibilidad de que no sea malo, a pesar del premio. En general, el argentino descree de las circunstancias. Puede ignorar la fábula de que la humanidad siempre incluye treinta y seis hombres justos —los Lamed Wufniks— que no se conocen entre ellos pero que secretamente sostienen el universo; si la oye, no le extrañara que esos beneméritos sean oscuros y anónimos."
Borges, Buenos Aires 1946
En una reunión de trabajo, hace unos días, escuché decir a una de las integrantes de la unidad, que “la palabra colaboración debía ser abolida de la unidad”. Que alguien diga esto es lamentable y preocupante, pero más preocupante es que ninguno de los que escucharon esto tomó el guante para esbozar una respuesta. Tengamos en cuenta que los que participaron de esta reunión son el staff médico de lo que llamamos “Unidad de Gestión”, así, como se lee. Entonces se hace difícil entender que trabajando en una “Unidad de Gestión”, la colaboración deba ser abolida.
Está claro que un servicio o un grupo de trabajo no debe funcionar solo por la buena voluntad o la sola colaboración de sus integrantes. Estamos de acuerdo también de que existen las llamas 7C del trabajo colaborativo: compromiso, constancia, complementariedad, consecuencia, coordinación, comunicación y confianza.
Luego de un brote de inquietud y malestar por lo que escuché, salí a buscar evidencias. La palabra colaboración tiene como sinónimos: cooperación, participación, aportación, contribución. Entre las definiciones de la palabra colaboración se encuentran: “trabajo entre varias personas con un objetivo en común”. Si buscan en Google Imágenes la palabra colaboración, podrán ver que la mayoría de las imágenes encontradas, consisten en personas tomadas de la mano o personas trabajando en conjunto.
Estoy convencido que la colaboración es un aspecto intrínseco de la sociedad humana. Al ser algo intrínseco la pregunta que surge es ¿cómo se hace para dejarla de lado?. Es evidente que hay personas cuyo individualismo está por encima de cualquier cosa, personas que se rigen por la regla del primero yo, después yo, tercero yo, gente que hace uso y abuso del dicho “la caridad bien entendida comienza por casa” a lo que agregan “y termina en mi casa”. Es ese individualismo, “acaso inútil o perjudicial hasta ahora” según Borges, lo que los moviliza.
Es dificil agregar algo a lo que has dicho amigo, lamento no haber estado en esa reunión...o fué una suerte...no entiendo la convivencia sin colaboración.Vos que sos un gran futbolero(...de River...bueno nadie es perfecto...)se me ocurre esta figura: C.Ronaldo el puro indivudualismo en intento de parecer el mejor y el juego de total colaboración del Barcelona, donde Messi se luce junto a todo el equipo que funciona en unidad; por ahí estoy diciendo una tontera...Nada funciona en un equipo o unidad que se precie de tal sin la necesaria e importante cuota de colaboración.
ResponderEliminarMe siento orgulloso de ser tu amigo.Un abrazo.Lucas
Gracias Lucas. Yo tengo que agradecer que me encontré a una persona como vos en estos 10 años.
ResponderEliminarTe ofrezco como comentario algo que estaba escribiendo antes de que tu blog me llamara:'Los mediocres son una realidad. Rinden culto al individualismo porque saben que les falta más de lo que tienen, ocupan espacio, consumen oxígeno y nutrientes que en la mayoría de los casos no generan en cantidad suficiente, pero igual los reclaman como si fueran un derecho adquirido. No son capaces de definirse ni de mostrar su verdadera cara, lo que no sería importante porque nada en ellos vale la pena, pero están con nosotros, entre nosotros. Infiltrados como la grasa entre las fibras musculares, pero no ocurre como en un buen pedazo de asado. Esta infiltración no le da brillo a la carne, más bien la opaca, le da gusto a rancio y la vuelve incomible. Estos mediocres viven y van a vivir entre nosotros por mucho tiempo, al menos hasta que nos pongamos de acuerdo quienes nos consideramos capaces de marcar diferencia y encontremos un antídoto. Se me ocurre pensar, por ejemplo que estos mediocres cometen menos errores porque hacen menos, pero cuando se equivocan, caen en el error sin atenuantes porque están tan lejos del conocimiento como un Etíope del Wi-Fi y chapotean en la ignorancia sin darse cuenta que solos se salpican porque los que pasamos cerca y despreciamos ese barro, nos hemos precavido de usar ropa impermeable. Seamos despiadados con los mediocres, los desenmascaremos, los saquemos de sus madrigueras para que el mundo pueda ver su miseria desplegada. Creemos el conflicto. Propongamos desarrollar competencias. Luchemos sin descanso para elevar la vara de medida. Exijamos la especialidad y procuremos arreglárnosla solos sin ellos porque frenan, empantanan y dificultan la marcha. Los mediocres no colaboran porque ni tienen con qué ni saben cómo. Andan en manada porque es el único modo en que pueden moverse porque no soportan estar solos con ellos mismos y evitan los espejos, como un vampiro el sol o como un loro el perejil. Parafraseando el dicho ‘La mediocridad crece en la medida en que los que marcan la diferencia lo permiten’. La mediocridad es contagiosa y nadie es inmune, sin considerar que no hay vacuna. Los pongamos en evidencia siendo buenos, haciendo bien cosas buenas, lo que implica un riesgo enorme. Riesgo que un mediocre es incapaz de asumir'.
ResponderEliminarYo, en lo personal, te acompaño
Un abrazo y comparto el agradecimiento por haberme encontrado con Vos y el Viejo
Mucho hemos hablado del tema y conoces muy bien mi punto de vista que oh sorpresa, esta vez coincide con el tuyo.
ResponderEliminarQuiero compartir contigo dos frases que encontré en el último libro que me regalaste y que justamente pueden aportar algo más a tu post:
-"Por simple que parezca, todos dependemos de la COOPERACIÓN, no de la COMPETENCIA".
-La SOLIDARIDAD nos hace humanos.
Esta última es mi favorita, como así también eres mi HUMANO favorito.
No bajes los brazos, no todo se ha perdido.