La pregunta que planteaba en el mi último post a movilizado a varios de mis amigos y colaboradores. Hoy abrí mi correo y recibo con gran agrado este mensaje de Guillermo, un amigo (con el que vivo en deuda), y me pareció que da para una entrada nueva en este blog.
"El desinterés sí parece ser un fenómeno global, como es global la tendencia del ser humano a aislarse (hacerse isla), a cortar vínculos si están establecidos o a no intentar establecerlos, en una de ésas porque es menos riesgoso no tener que perder algo que se tuvo. El desinterés, mi querido hermano-amigo-socio en tantas Hugo, lo vemos marcado a fuego en tantas actitudes de la vida diaria protagonizadas por profesionales que se supone deberían formar opinión, ser modelos a seguir, marcar tendencias y de algún modo ser los encargados de mostrar a la sociedad que el esfuerzo puede marcar la diferencia. No hablo estrictamente de profesionales en el sentido académico sino filosófico si se quiere, en tanto profesional es el que integra su habilidad, conocimiento u oficio al su proyecto de vida como una de las herramientas fundamentales para el alcanzar su desarrollo humano que gira en torno a ejes sociales, familiares, económicos, morales y éticos. Ese desinterés que motiva la ausencia de visitantes a las bibliotecas físicas o virtuales, ausencia que hace sencillo mantener el silencio en las primeras y temer la acumulación de ‘polvo electrónico’ en las segundas, desinterés que en el caso de quienes hacemos medicina puede transformarse en desaceleración intelectual y técnica que en muy breve tiempo conduce al estancamiento y a la pérdida de lo aprendido porque no deberíamos olvidar que el conocimiento médico es obsoleto en un 50 % a los cinco años de producido y con semejante vida media no es cuestión de desperdiciar tiempo.
Necesitamos más de lo que creemos reestablecer como objetivo de vida nuestro propio desarrollo como seres humanos integrales e íntegros y con esto no quiero decir que debamos convertirnos en Leonardo Da Vinci, Isaac Newton, Santo Tomás de Aquino, Johann Sebastian Bach o Platón (aunque pensándolo bien: ¿por qué no?), ya que probablemente tamaña tarea sería un tanto complicada en los tiempos de sequía intelectual que corren. Supongamos que no nos da el cuero para un objetivo de tal porte. Trato hecho, pero tampoco Ricardo Fort/Marcelo Tinelli (dupla de partícipes necesarios en la patética payasada de los medios), Maradona como ejemplo de vida o liderazgo, Graciela Alfano, nuestra Barbie de Mercado de Pulgas, como paradigma de belleza o Belen Franchese/Bambino Veira/Cielo Latini como faros-guía de la literatura argentina contemporánea. Como cita en alguno de sus libros Paco Maglio: ‘No soy el otro, pero necesito del otro para ser yo’, el imperativo es crecer y desarrollarse, hoy más que nunca y para eso es imprescindible una mirada crítica (autocrítica y de ahí para adelante), honestidad intelectual, respeto al riesgo porque se tiene la vocación y el convencimiento de correrlo y sobre todo memoria, capacidad de volver el tiempo atrás y repreguntarnos las veces que haga falta por qué elegimos lo que elegimos y cuándo, dónde y cómo fue que se nos desdibujaron tanto las metas, los ideales y los valores."
Que tengan un día pleno
Guillermo
Imagen: Portada del Libro "Volverás al amanecer" de Wole Soyinka
muy bueno el aporte
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