“Lo primero y más importante es que las guías no pueden ser mejores que la evidencia que las sustenta”.
“El verdadero problema –insiste David Healy–, es que la industria farmacéutica controla la evidencia científica en la que se basa la práctica médica”.
En base a las recomendaciones recientes del IOM (Institute Of Medicine) de los EEUU que fueron plasmadas en dos informes “Clinical Practice Guidelines We Can Trust” y “Finding What Works in Health care: Standards for Systematic Reviews”, los autores se proponen revisar el estado actual de las Guías de Práctica Clínica (GPC) partiendo del supuesto en el que al parecer estas se están convirtiendo en material generador de conflictos cuando lo que pretenden es todo lo contrario.
El IOM de EEUU propone una nueva definición para las GPC (Documentos informativos que incluyen recomendaciones...) y además definen revisiones sistemáticas y metaanalisis.
El volumen y la variabilidad de las recomendaciones son analizadas a través de ejemplos tales como la existencia de 10 GPC sobre faringitis o 15 para diabetes con recomendaciones diferentes que a su vez están basadas en pruebas de diferente calidad.
Cuando se refieren a los conflictos de intereses los autores nos ilustran con algunos datos (ya nada debería sorprendernos?), más de la mitad los 498 autores de las 17 GPC cardiovasculares más importantes publicadas entre 2004 y 2008 tenían relaciones financieras con la industria farmacéutica.
En el boletín también se intenta poner en claro que es nivel de evidencia y fuerza de la recomendación (no es infrecuente que haya diferentes recomendaciones ante la misma evidencia).
Una Guía de Práctica Clínica es una Guía de práctica Clínica y una decisión es una decisión pero una cosa no reemplaza a la otra, una GPC podrá ayudar a tomar decisiones clínicas pero no a reemplazarlas.
Querido amigo: No quiero ponerme amargo ni soberanamente escéptico y voy a intentar que el sarcasmo no se me escape y salga por ahí a hacer de las suyas fuera de control, no vaya a ser que alguien con la sensibilidad a flor de piel se ofenda y bajo el amplio espectro de la ética, se sienta tocado por cosas que pueda yo pensar y expresar. No nos olvidemos que a la hora de las susceptibilidades, nuestro gremio dice presente y copa el escenario. Estoy harto y se nota, pero no es el tema. El tema, luego de leer tu post, concluyo que ya no me sorprende tu capacidad de encontrar y drenar las colecciones supuradas dentro de la práctica médica diaria. Te has vuelto un experto en eso de detectar la zona de mayor fluctuación y ahí meter el cuchillo. Ese es el tema. Este tipo de mensajes que me hacen creer que sigue abierto el agujerito por el que puede pasar la punta del ovillo de un futuro mejor donde no nos avergoncemos cada vez con más frecuencia de ser médicos. Ese es el tema. Creer que hay nosotros y ellos y apostar por nosotros. Mirá cómo son las cosas, querido amigo que vos nos sumergís en el mundo del conflicto de intereses y te apuesto diez a uno que la mayoría de los que comparten título con nosotros sigue aprendiendo farmacología y terapéutica de los APM ¿Te parece bonito?
ResponderEliminarQue estés bien y gracias por el soplo de esperanza
Guillermo (a) Nisario
Hoy estoy escribiendo un post que pienso subir a baleromédico a raíz de una noticia que leí en el tribuno. Traté de tomar el tema con la mayor objetividad posible, pero de un tiempo a esta parte, la objetividad, sobre todo en lo que se refiere a la salud pública, es una característica que tengo, sino perdida, al menos en coma farmacológico. Resumo la noticia: Una foto de una pantalla de PC de lo que parece nuestro hospital en la Emergencia pediátrica (El título dice 'Hospital El Milagro')mostrando facebook. Digo yo e independientemente de todo: ¿No está facebook bloqueado para la red del hospital? y segunda pregunta ¿Hemos caído tan, pero tan bajo? Digo porque el diario más importante de la provincia le dedica un rincón perdido a bajo a la derecha de la pantalla principal a una denuncia de retraso de atención por parte de una enfermera que según dice esta persona, habría estado 'chateando' por veinte minutos. digo también porque después de más de diez años funcionando, ni los periodistas ni los editores (ni algunos que trabajan dentro de la institución)se han aprendido el nombre. ¿Desaprensión, desinterés, falta de identidad o falta de inserción del Hospital en la comunidad? (es cierto que cambiamos de nombre más de una vez, pero este lo llevamos desde hace uno años. ¿Qué opinará la gente del Policlínico San Ricardo que queda al pie del cerro del mismo nombre, el San Gerardo?
ResponderEliminarUn abrazo