El blog ha estado inactivo en estas semanas y para retomar el trabajo en el mismo, me parece interesante volver sobre un tema inquietante. El domingo en La Nación se publicó un artículo titulado Infoxicación, que es el resultado de la imposibilidad de manejar adecuadamente la gran cantidad de información que se genera sumado al poco tiempo con el contamos para precesar dicha información.
"...más información sólo provoca mayor confusión, puesto que bloquea la capacidad de análisis y procesamiento. Y la intoxicación informativa está ligada a otra patología asociada: la ansiedad por informarse, o infomanía, que se caracteriza por la búsqueda constante de estímulos informativos, y una agobiante sensación de angustia y vacío que es necesario llenar con... más información."
Les sugiero que lean el artículo, donde se mencionan términos llamativos para denominar a nuevas patologias o adicciones como por ejemplo los llamados "crackberries" (adictos a los telefonos inteligentes). Entre las referencias o fuentes consultadas para el artículo nos ofrece una lista de puntos o consejos a tener en cuenta para no sucumbir ante tanta información.
Infoxicación - La Nación
"...más información sólo provoca mayor confusión, puesto que bloquea la capacidad de análisis y procesamiento. Y la intoxicación informativa está ligada a otra patología asociada: la ansiedad por informarse, o infomanía, que se caracteriza por la búsqueda constante de estímulos informativos, y una agobiante sensación de angustia y vacío que es necesario llenar con... más información."
Les sugiero que lean el artículo, donde se mencionan términos llamativos para denominar a nuevas patologias o adicciones como por ejemplo los llamados "crackberries" (adictos a los telefonos inteligentes). Entre las referencias o fuentes consultadas para el artículo nos ofrece una lista de puntos o consejos a tener en cuenta para no sucumbir ante tanta información.
Infoxicación - La Nación
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Hola a todos: La autora sabe de lo que habla. A esta Sra. Infectóloga Pediatra y docente rosarina tuve la oportunidad de conocerla allá por 2008 en una reunión nacional de CEDECEM y garantizo que es un infierno y que debe haber pasado ya por los días entusiastas e iniciales de 'coleccionista de información', los tiempos de angustia por no poder absorber y menos procesar esa enorme cantidad de datos que se acumulaban en el disco duro, los días de desazón cuando parece que tanto HTML, PDF nos va asfixiando y nos damos por vencidos como quien se deja adormecer por la hipoxia mientras se ahoga y por la etapa final de telarañas y polvo cibernético en la biblioteca virtual de cada uno, momento en el que importa igual ingresar información que no hacerlo. Pasadas estas etapas, viene la reflexión y la selección sensata de los puntos centrales de interés, los sitios de búsqueda que los satisfacen y el diseño del ‘plan B’ por si acaso lo que buscamos no está donde suele estar. Este período de convivencia armónica con el torrente informativo dura tanto tiempo como nuestra propia madurez y deseo de superación usando la información como herramienta y creciendo con su ayuda. No nos debe pesar la cantidad de datos, información y conocimiento disponibles, así como no nos pesa tanta estrella en un cielo despejado, tanta arena en una playa tranquila o tanta agua en un océano cuando aprendemos a entender que es bueno que esté, aunque jamás en la vida alcancemos a tocar ni una millonésima parte de ninguna de ellas. Deberíamos asumir que disponemos de una enorme cantidad de ‘glucosa informativa’ para cuando nuestra glucemia intelectual y técnica baja. Ni más ni menos que eso. Saber dónde está el azúcar es tan importante como tener bien claro cuándo hace falta, cuánto necesitamos y en qué momento decir basta porque lo que sigue es gula.
ResponderEliminarGracias y que estén bien
Guillermo