Hace unos meses leí en el BMJ, en su sección Views & Reviews, un artículo firmado por un médico del servicio de salud de Reino Unido, NHS, John Dean, especialista en cardiología en el que expone los motivos por los que renunció a la práctica médica privada. El título es provocador: “La práctica privada no es ética y los médicos deberían renunciar a ella”. El autor explica sus sentimientos ambivalentes mientras se desempeñaba en ambos escenarios, lo que llegado a un punto no pudo seguir sosteniendo. “No importa qué tan alto puse mis propios estándares morales y éticos, no podía escapar el hecho de que yo estaba involucrado en un negocio donde la conducta de algunos era tan venal, que rayaba en lo penal - codiciosos que depredan a los necesitados”.
Este médico dice lo que todos sabemos pero no nos atrevemos a reconocer “La pràctica privada también tiene efectos nocivos directos sobre el sector público (NHS). Un mèdico no puede estar en dos lugares a la vez, así que el tiempo de permanencia en el sector privado priva al sector público de un recurso valioso. La medicina privada es un lugar solitario; usted no tiene el apoyo de un equipo, como el que tiene en el sistema público. También es difícil discutir los problemas con los colegas - después de todo, los problemas son suyos, y a Ud se le está pagando para solucionarlos. En el sector privado sus colegas del público son por lo general sus competidores”.
Dicho por el autor del artículo y a lo que adhiero: “Y, seamos sinceros: todo el negocio es en gran parte una estafa. Los pacientes creen que el pago debe significar una medicina de mayor calidad, pero de manera similar cuando se paga más por un champú con añadido vitaminas, la promesa es mucho mayor que la realidad.” El artículo hace mención a otros aspecto como el hecho de que los pacientes en la privada son sometidos a pruebas y tratamientos innecesarios, que muchas veces se evitan en los pacientes del sector público.
Se que intentar extrapolar esto a nuestro sistema de salud puede ser arriesgado, pero “cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.”
Quiero salir de la dicotomía que significa estar trabajando, por la mañana, en el sistema público y a la tarde en el privado. No me gusta la medicina privada, no debería existir, no estoy de acuerdo con su “organización y funcionamiento”, menos aún con su naturaleza. Gran parte de los médicos que conozco trabajan tanto en el sistema público como en el privado y más de uno se ha convertido en ferviente defensor de lo público por la mañana, mientras que por la tarde se ajusta a lo que las obras sociales o sus patrones de clínicas privadas mandan.
¿Existe acaso una medicina mejor si se paga más por ella? ¿Hay una medicina basada en la evidencia pública y otra medicina basada en la evidencia privada? ¿Hay Guías Clínicas (son guías no recetas de cocina) públicas y otras privadas? Podemos decir alguno de los que trabajamos en ambos sistemas ¿que la forma de actuar o responder a las demandas de los pacientes (centros de la escena) es exactamente la misma tanto en la pública como en la privada?