Me acusan de que pienso mucho y que por momentos me pierdo de mi mismo. Pero no me voy a preocupar más, he encontrado evidencias de que los pensamientos afectan poco la conducta.
“¡Bueno!
Ver pensar a un hombre es desagradable.
En el interior de todas las cosas hay siempre más prosa que poesía, y más decepciones que consuelos.
Felizmente en materia de relaciones humanas, los pensamientos afectan poco la conducta y no influyen casi nada en las impresiones.
Un filósofo puede ser tan analítico como se quiera y podrá pasarse años enteros descomponiendo sentimientos; esto no le impedirá enamorarse como cualquier hijo de vecino, tener pasiones y arreglar a ellas su peregrinación en este mundo, a despecho de todos sus métodos y sus deducciones filosóficas.
Pero para el público, sea auditor o lector, generalmente sin criterio, el análisis de sentimientos es repulsivo, porque no lo entiende, porque choca con las ideas recibidas y no se acomoda al juicio oficial de la sociedad.
Tal es la razón por la cual hay pocos autores francos y muchos que fabrican conceptos habituales para que sean encontrados buenos, aunque sean inexactos.
¿Cómo un hombre que analiza y descompone sentimientos puede ser bueno? ¡Es malo, dice el público, es cínico, es frío, es pernicioso!
No, lo único que hay es que el auditorio es incompetente y no reconoce esta gran verdad: ¡las meditaciones nada tienen que ver con los sentimientos, y el más frío disector del alma humana, puede tener el corazón caliente y lleno de las mayores ternuras! ...
Tras de estas reflexiones, miré mi ropa que estaba indolentemente tendida sobre una silla, como si estuviera también filosofando; mi chaleco principalmente me pareció muy reflexivo, con sus mangas amputadas como un inválido, y tomando una resolución suprema, me apresuré a vestirme y a comenzar la tarea diaria.”
Eduardo Wilde - 1881. Fragmento tomado del texto “Meditaciones inopinadas”
Querido amigo: No es lo mismo tragar todo de un bocado, masticar o rumiar. No es igual hacer siempre la segunda (y a veces la tercera o más ) pregunta sobre las cosas que asentir con la cabeza y seguir adelante al mejor estilo de la tropa martillos de 'The Wall', marchando en perfecto orden y sin hacerse cuestionamiento alguno (total, somos martillos). Pensar, al menos eso creo, influye de modo decisivo en la conducta porque cuando uno piensa, en cierta medida 'boceta', 'talla' sus actos presentes y sobre todo futuros. es cierto que no siempre la obra sale como la imaginó el artista. A veces será mejor o peor, en el sentido de bella, profunda o trascendente. Pero lo cierto es que la trama, la urdimbre intelectual que se teje con el pensamiento, la reflexión puede funcionar como red de protección para evitar sobre todo el indeseable contagio de ciertos contextos. Pensar es mi campo de fuerza y 'a propósito de mi caso' mal que mal me ha venido funcionando. Un Abrazo y graciaspor resucitármelo a Wilde
ResponderEliminarGuillermo